Como educar niños optimistas en tiempos pesimistas
Mario Benedetti ya escribió en su libro que “un pesimista es
solo un optimista bien informado”, pero actualmente varios estudios concluyen
que las personas optimistas emprenden con más éxito, se sobreponen a la adversidad
y tienen hasta mejor salud y más esperanza de vida.
El optimismo es fundamental ya que se define como la
propensión a ver las cosas de manera más favorable y es un concepto para formar
y consolidad una familia feliz, con plena felicidad.
Es difícil ser optimista cuando hay problemas que influyen,
pero con este término no se nace si no es algo que se fomenta desde la infancia
y en gran parte influye en los niños tanto padres como profesores.
El optimismo como bien he dicho es una actitud, por lo que,
si un docente llega a su centro escolar con energía, buen rollo y positivo, los
alumnos se contagiaran de esa actitud, en cambio, si un docente no transmite
esa energía, los alumnos no la tendrán, y aunque parezca una tontería no lo es.
Una muy buena manera de trabajar el optimismo es a través del
juego, ya que es una forma de fracasar. En el día a día muchos niñxs no quieren
jugar algo porque saben que van a perder, porque sus compañerxs son mejores que
él/ella, etc… aunque también pasa en el tema académico. Perder a algo, ya sea algún
deporte o algún juego, o incluso suspender un examen, no significa fracasar, y
es un concepto que los niñxs no suelen entender.
Desde mi punto de vista, el deporte, y especialmente el
deporte en equipo, fomenta muchos términos como el compañerismo, amistad, seguridad,
respeto hacia tus compañeros y hacia los rivales, por ejemplo, pero también te
enseña a que unas veces se gana y otras se pierde y no por eso fracasas.
La motivación solo aparece con la autoconfianza, y la
seguridad y confianza es buena si tenemos a nuestra familia apoyándonos, por lo
que, más tratándose de un niño, siempre hay que apoyarle independientemente le
salgan o no las cosas.
Una manera de motivarnos es poniéndonos unos límites u
objetivos, y en el caso de los niños, estos objetivos los ponen los padres,
pero nunca a cambio de chantaje.
Aunque comento que hay que apoyar a nuestros hijos y ayudarles,
no se trata de llegar a la sobreprotección ya que general miedos, y en un
futuro le afectará al alumno.
En resumidas cuentas, el optimismo es una actitud que se puede
trabajar a base de motivación, apoyo, y la autoconfianza, y se puede trabajar a través
del juego en la etapa de infantil y primaria.
Noticia sacada de https://elpais.com/elpais/2018/10/22/buenavida/1540207649_118747.html
Completamente de acuerdo. La vida, con múltiples obligaciones, es un lugar difícil, en el que se sobrevive desde la ilusión, desde las ganas de hacer cosas que nos entusiasmen. El emprendimiento (social) es una vía.
ResponderEliminarUn saludo,